Los líctidos son coleópteros de pequeño tamaño cuya presencia en España, está representada en dos especies, una autóctona Lyctus linearis y otras de origen tropical, Lyctus Brunneus, más activa y perfectamente adaptada a las condiciones ambientales de nuestro país. Los adultos de estos insectos tienen una forma alargada y deprimida dorsoventralmente, una longitud que varía entre 3 y 5 mm y un color pardo oscuro o pardo rojizo. Las hembras fecundadas ponen los huevos en pequeños grupos de de 2, 3 o 4 huevos en el interior de los vasos de la madera (hasta un total de 30-50 huevos). La eclosión de las pequeñas larvas blanquecinas se produce 2 o 3 semanas después de la puesta.
Las larvas perforan galerías paralelas a las fibras de la madera en las cuales acumulan un serrín fino de textura similar a los polvos de talco. Cuando las larvas alcanzan su máximo tamaño (4 mm de longitud) pasan al estado de pupa en cámaras situadas inmediatamente debajo de la superficie de la madera.
Después de unas tres semanas los adultos, que son activos voladores, salen al exterior mediante orificios circulares de 1 a 2 mm de diámetro. Esta salida de los adultos se realiza en los meses de Marzo-Abril y Octubre-Noviembre. Las hembras viven unas 6 semanas mientras que los machos entre 2 y 3 semanas. El ciclo vital es normalmente de 1 año, pero se puede reducir a 3 ó 4 meses cuando las condiciones de temperatura y humedad y el valor nutritivo de la madera es óptimo.
Estos insectos no pueden degradar la celulosa por lo que su fuente principal de alimento son los azúcares, algunas proteínas y almidón que contiene la madera. Los ataques de los líctidos se limitan a las maderas frondosas que cumplan las siguientes condiciones: tener vasos de diámetro igual o superior a 0,07 mm (dimensión a partir de la cual las hembras pueden introducir su largo ovispositor para colocar los huevos en su interior); presentar un contenido de almidón elevado (superior al 3% respecto del peso seco), y tener una humedad entre el 8% y el 30%.
Los daños provocados por los líctidos pueden ser diferenciados de los ocasionados por los anóbidos, ya que las galerías realizadas por sus larvas no son independientes como en el caso de los anóbidos, sino que toda la madera por debajo de la capa superficial puede estar totalmente destruida. No obstante, al igual de cómo ocurría en el caso de loa anóbidos, es muy difícil diagnosticar un ataque de líctidos antes de que aparezcan los primeros orificios de salida, y debido al corto ciclo de vida que presentan, la reinfestación de la madera se realiza muy rápidamente.