En los casos en los que se haya confirmado la presencia del virus, se recomienda la realización de una desinfección de choque.
Para llevar a cabo esta desinfección, el responsable técnico establecerá un protocolo de actuación en base al nivel de riesgo, tipo de instalación, etc. A modo de recomendación general, se deberá determinar el área de riesgo que estará integrada por:
Puesto de trabajo donde se ha detectado un caso de COVID-19.
Zonas de uso común transitadas por el afectado (lavabos, pasillos, etc.)
Alrededor del puesto de trabajo donde se ha detectado un caso de COVID-19, se establecerá un perímetro circundante con un radio de 2 metros. En este perímetro y en las zonas de uso común transitadas por el afectado, la desinfección se realizará aplicando en los elementos horizontales, es decir, aquellos que por su altura han podido estar en contacto directo con el afectado, una pulverización con el biocida seleccionado.
En esta área de riesgo, se hará especial hincapié sobre los elementos de mayor contacto, como pueden ser barandillas, grifería, interruptores, pomos de puertas, teléfonos, etc.
Tras la desinfección de las zonas de riesgo, se realizará una desinfección en toda la instalación mediante nebulización en frío para alcanzar las zonas de difícil acceso.
Una vez transcurrido el periodo de actuación del biocida y el plazo de seguridad establecido en la autorización de registro del biocida utilizado para la desinfección, se ventilará la zona tratada y se permitirá el acceso a los servicios de limpieza para realizar la limpieza establecida en su programa de actuación.